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Ha llegado el frío, propio del otoño. Pronto veremos la caída de la hoja de los árboles, y cómo muchas plantas mueren. Es un ciclo que vemos repetirse todos los años, pero de gran belleza, porque sabemos que a la muerte natural le sigue un renacer de la vida en primavera, y lo comprobamos todos y cada uno de los años de nuestra vida.


Jesús, en el evangelio emplea esta imagen de la naturaleza: Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. Dios, creador de la naturaleza, de las plantas, de las estaciones, nos muestra en el Evangelio, un nuevo sentido, que nos compromete.

Jesús, con esta frase del grano de trigo nos está describiendo lo que ha de ser nuestra vida, porque así ha sido la suya. Y nos compromete. Es conocida la diferencia entre implicarse y comprometerse según un plato de huevos con bacon, tal como un padre se lo explicó a su hijo: la gallina se implica, aportando los huevos al plato pero, poniendo el bacon,

el cerdo se compromete.

Cristo dio su vida por nosotros; también nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos. Estas palabras son de San Juan, el discípulo amado de Jesús.


Jesús nos habla de dar la vida, pero también nos habla de la vida que Él nos trae, nos entrega: Yo he venido para que tengáis vida, y vida en abundancia...Yo soy el camino, la verdad y la Vida. Jesús, Tú nos das vida, vida en abundancia, la vida plena, eres la fuente y origen de toda vida, pero nos la das para entregarla a los demás.


Hay un ejemplo aplastante de esto: la Iglesia celebra continuamente el triunfo de innumerables mártires, mártires también hoy, mártires por la fe, en otros países, que mueren perdonando y con una enorme paz. ¿Cómo es posible? Sólo se entiende si Dios está detrás, llenándoles una vida sobreabundante.

Otro ejemplo, quizá un ejemplo más cercano a nosotros, es el de muchas personas que sufren una gran pérdida, y que sus vidas están también llenas de consuelo y de paz. ¿Cómo es posible, si no está Dios detrás?

Leí hace poco el testimonio de Gloria, que perdió a su marido por cáncer, con 50 años, a su madre a los 10 días, también de cáncer, y al poco tiempo, murieron una de sus hijas, de 10 años, y una hermana suya por un accidente de tráfico. Evidentemente, su dramática situación le empezó a afectar física y psíquicamente. Decía Gloria: "Estuve tres años de baja, no estaba bien. Cuando tocaba la revisión para incapacitarme de por vida pensé que no iba a trabajar más. Mi vida era ir a la cafetería a leer el periódico, ver escaparates… Han pasado varios años y, ahora, empiezo a ser más yo. No puede ser que Dios nos mande a la tierra para ser unos desgraciados. Yo soy feliz y tengo ilusión por ver a mis hijos crecer. Me reincorporé al trabajo, quería ser un buen ejemplo para ellos... No pido cuentas a Dios. Veo que cada persona es alguien que puede sufrir dolor, y eso hace que los quiera escuchar. Mucha gente me busca, porque se identifican conmigo en el dolor. Yo he sufrido acompañada por Dios y por mi familia, pero hay mucha gente que sufre sola... Estar cerca de Dios es lo que me ha salvado. Sé que no ha sido en vano".

En un libro llamado "Mujeres brújula en un bosque de retos" leí esta frase: «las cosas que hacemos para nosotros mismos desaparecen con nosotros; lo que permanece es lo que hemos conseguido hacer por los demás».

¿Qué hago de mi vida?


El Papa Francisco nos escribió cómo vivir la entrega radical propia del cristiano en la vida corriente: una señora va al mercado a hacer las compras, encuentra a una vecina y comienza a hablar, y vienen las críticas. Pero esta mujer dice en su interior: «No, no hablaré mal de nadie». Este es un paso en la santidad. Luego, en casa, su hijo le pide conversar acerca de sus fantasías, y aunque esté cansada se sienta a su lado y escucha con paciencia y afecto. Esa es otra ofrenda que santifica. Luego vive un momento de angustia, pero recuerda el amor de la Virgen María, toma el rosario y reza con fe. Ese es otro camino de santidad. Luego va por la calle, encuentra a un pobre y se detiene a conversar con él con cariño. Ese es otro paso."

Son pequeños detalles, pero que pueden ser innumerables. El diente de león, al secarse, deja irse volando cada una de sus pequeñas semillas, pero a su alrededor brotará un campo de flores amarillas.

Cada uno puede ampliar su propia lista cotidiana de detalles que dejan huella y mejoran su entorno: ceder el paso con el coche en un cruce, dar las gracias en el paso de cebra al coche que para, decir algo amable a la cajera del supermercado, esperar al vecino para abrirle la puerta, interesarse por el mendigo, hacerse amigo del inmigrante, tener todos los días un detalle especial de cariño con la mujer o el marido, apagar la pantalla para escuchar a los demás, ofrecerse a ayudar al compañero de trabajo, disculpar a la persona que nos ha tratado de malas formas, etc.


María, maestra, aceptó que una espada traspasara su alma, y obtuvo convertirse en la bienaventurada entre todas las mujeres.

En Barbastro está el museo de los mártires claretianos, que murieron en la guerra civil perdonando a sus verdugos.. Su impresionante historia se cuenta en la película "Un Dios prohibido". En el museo este verano hice una foto a una poesía que escribieron poco antes de ser ejecutados en el envoltorio de una chocolatina:


¡Oh papel de chocolate!

por: Lamberto Picado, cmf.

¡Oh papel de chocolate..!

Eres un bosque talado...

¡cincuenta árboles caidos..!

¡Fina leña de calvario!

¡Cincuenta rios bien anchos

de sangre joven rodando!

¡Cincuenta firmas quue juran

la fe de cincuenta hemanos!

¡Qué acta martirial más corta!

iQué testimonio más largo!

Oh papel de chocolate.

Papel de estado -¡Sagrado!-

Bula de canonización

proceso fiel y firmado

por las cámaras vivientes

de cien ojos, que extasiados,

recogieron el milagro

de morir resucitando.

Oh papel de chocolate,

copa de vino rosado,

-repleta de vida y muerte

¡y de amor transfigurado..!

¡No hueles ya a chocolate!

Hueles a perdón, a canto,

a despedida, a familia,

a fe, a cielo, a adelanto

de eucaristia y de pascua

definitiva, en lo alto.

Oh papel de chocolate,

long play de cincuenta cantos

de una sola melodia

orquestada con disparos...

iQué gozo lglesia, estas voces!

Congregación, qué regalo...

¡Oh papel de chocolate!

En tan pequeño formato

eres libro de oración;

para el dolor, formulario;

para ei miedo valentía;

para la fe, diccionario;

para el perseguido acento;

para el decaído, brazos...

Oh papel de chocolate...

Museo vivo de hermanos:

¡Agui yacen vuestros restos.

vuestro gozo, vuestro canto,

vuestra esperanza, la gloria

y el temblor de vuestros rasgos.

¡Oh papel de chocolate!

¡Mausoleo Claretiano!








Desde la última festividad del Corpus Christi, de este año, al recoger el palio, descubrimos de una forma directa e inmediata, que necesitaba una buena reparación. El paso del tiempo, el desgaste de los dobleces había ido haciendo huella en la seda blanca, con bordados de rosas a mano. Yodo un trabajo de artesanía, que en la actualidad casi no es posible realizar. Por eso pensamos en reformarlo en nuestro taller. Habría que descoser a mano, puntada a puntada, todo alrededor. Cambiarle el forro, colocar uno de más cuerpo y mayor intensidad de color y ajustar luego el resto de flecos.

Después de unos meses de espera, se ha visto realizada esa tarea por mano de las señoras que habitualmente colaboran en las diversas tareas de la Parroquia, desde la limpieza, a la decoración y la liturgia. Dejamos las fotos para que se compruebe su quehacer artístico laborioso.




Una de las más famosas poesías de Lope de Vega dice así: "Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño: esto es amor: quien lo probó, lo sabe."

Las pasiones y sentimientos son una gran fuerza motriz que nos impulsan a actuar, pero que también pueden hacernos tomar decisiones equivocadas. Cuántas veces nos arrepentimos, por ejemplo, después de gastar dinero por un impulso irrefrenable de comprar. O cuántas veces nos arrepentimos de palabras ofensivas dirigidas a los demás cuando estábamos alterados.

Los clásicos atribuían los arrebatos pasionales a la influencia de los dioses, y caer en estado de enamoramiento se debía a las flechas del caprichoso Cupido. En nuestra época descreída, los psicólogos reducen las emociones a hormonas y neurotransmisores. Y ahora que no creemos en los dioses, ¿no somos más esclavos que nunca de los traidores sentimientos?


Contaba uno en un monólogo: "Ayer cumplí 15 años de casado y volví a ver yo solito el vídeo de mi boda. ¡Pero lo vi al revés, rewind! Me emocioné cuando vi que le quitaba el anillo, se lo devolvía a su padre y yo salía de la Iglesia como Michael Jackson...". Siempre se han hecho bromas de nuestra condición voluble, en especial, en el aspecto romántico. Pero es cierto que dejarse llevar por las emociones puede ser muy peligroso, sobre todo en las cosas importantes.

Por eso los estoicos recomendaban suprimir toda pasión, y los budistas suprimir todo apegamiento, para así eliminar nuestras emociones negativas. Pero eso supone mutilar parte de nuestra naturaleza, y volvernos fríos y cerebrales.


Jesucristo en el Evangelio se presenta como nuestro modelo. ¿Cómo se comporta en cuanto a las emociones y sentimientos? Dios en el Antiguo Testamento se muestra ya como un Dios apasionado, casi hasta demasiado humano. Y Jesús, de igual modo, no reprime sus sentimientos: le vemos sufrir gran pena, ser tentado, llorar de ternura y de dolor, llenarse de compasión, tener sentido de humor, amar a la gente. Jesús no rechaza los afectos, más bien los emplea ordenadamente, los dirige, los domina.

Y nosotros, tan complejos, con tantas contradicciones en nuestro interior, ¿podemos hacer lo mismo? Jesús, ¿Tú que nos enseñas, qué consejo nos das? ¿Cuál sería la norma de comportamiento fundamental? "amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos» (Mc 12, 30-31). Y también "Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado" (Jn 15, 12). ¡Jesús, nos mandas incluso amar a los enemigos! ¿Pero se puede mandar amar? ¿Cómo puede Dios obligarnos a amar? ¿El amor no debe ser libre? ¿Podemos tener dominio sobre los sentimientos?

Hay un cortometraje de Isabel Coixet(1) donde se ve que un matrimonio, llevados por la rutina, está en plena crisis. Él tiene una amante y va a separarse de su mujer, pero en el momento en que queda con ella en un restaurante para decírselo ella se anticipa y le enseña el informe del médico que indica que le han detectado a ella un cáncer terminal. En ese momento, él se queda consternado, y siente en su conciencia como si todos los que se encuentran en el restaurante le dijeran: "Tienes que estar a la altura de las circunstancias". Él rompe con su amante y a partir de ese momento de desvive para cuidar a su mujer y hacerla feliz durante sus últimos días de vida. Muere la mujer y desde entonces cada vez que él ve a un abrigo rojo como el que solía llevar su mujer le parece verla a ella. Y acaba el cortometraje con la voz del narrador que dice: “De tanto comportarse como un enamorado, volvió a enamorarse...”

Como decía C.S. Lewis: "No perdáis el tiempo preguntándoos si amáis a vuestro prójimo: comportaos como si fuera así. En cuanto hacemos esto, descubrimos uno de los grandes secretos. Cuando nos comportamos como si amásemos a alguien, al cabo del tiempo llegaremos a amarlo."

Señor, Tú quieres que seamos dueños de nuestras emociones y que las pongamos a tu servicio y al de los demás. Así lo indicas en el Sermón de la montaña: "todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado" (Mt 5, 22), y el que se deja llevar por el deseo al mirar a una mujer (cfr Mt 5, 28), y el que no corta con algo que le induce a pecar (cfr Mt 5, 29), y el que repudia a su mujer (cfr Mt 5, 32), etc. Jesús, nos mandas controlar nuestras emociones negativas: "no estéis agobiados por vuestra vida" (Mt 6, 25), "No andéis agobiados" (Mt 6, 31), "no os agobiéis por el mañana" (Mt 6, 34).


San Pablo hace en la carta a los Filipenses un resumen del comportamiento del cristiano: "manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir... Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús" (Flp 2,2.5).


También los clásicos, como Aristóteles, decían que podemos tener dominio sobre las pasiones, pero con un gobierno sobre ellas no despótico sino político, no suprimiéndolas sino educándolas. Todo aprendizaje necesita alumno y maestro. Dios mío, necesito que me enseñes, hablando contigo, meditando tu Palabra. Ayúdame a poner pasión en todo lo bueno, en aquello que merece la pena.

Señor, cuentas con mi empeño en mejorar, y yo cuento con tu gracia. Si los antiguos decían que las pasiones eran causadas por los dioses, Señor, sé que la pasión más grande sólo Tú la concedes, como se la concedes a los santos.


Lo dice el papa Francisco en su exhortación a los jóvenes Christus vivit: "¿Buscas pasión? Como dice ese bello poema: ¡Enamórate! (o déjate enamorar), porque «nada puede importar más que encontrar a Dios. Es decir, enamorarse de Él de una manera definitiva y absoluta. Aquello de lo que te enamoras atrapa tu imaginación, y acaba por ir dejando su huella en todo. Será lo que decida qué es lo que te saca de la cama en la mañana, qué haces con tus atardeceres, en qué empleas tus fines de semana, lo que lees, lo que conoces, lo que rompe tu corazón y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud. ¡Enamórate! ¡Permanece en el amor! Todo será de otra manera». Este amor a Dios que toma con pasión toda la vida es posible gracias al Espíritu Santo, porque «el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rm 5,5)."

Inmaculado corazón de María, que me comporte como enamorado. Sagrado Corazón de Jesús, enciende mi corazón.


(1) https://www.youtube.com/watch?v=OFmw91X2QhA

Acuedo con St Bedes
retiro febrero21Artist Name
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