Santuario de Nuestra Señora de la Antigua
Horario de verano
Santa Misa:
Días laborables, de lunes a viernes: 10:30
Sábado: 10:30 y 19:00
Domingo: 12:30 y 19:00
Vísperas de fiesta: 19:00
Noticias:
29 de agosto:
A las 20,00 Santa Misa. Traslado de la Imagen de Ntra Sra de la Antigua a la Iglesia de San Francisco (El Fuerte)
30 agosto a 7 de septiembre
Novena las 19,30 y Santa Misa en San Francisco.
Temario de la Novena : CON MARIA, POR UNA IGLESIA Y UN MUNDO NUEVOS
8 de septiembre
Santa Misa de Familias a las 8,00 en San Francisco.
Santa Misa Mayor a las 12,30 en San Francisco.
Procesión a las 20,00 h. hasta el Santuario.
9 de septiembre
10,30 y 19 Santa Misa por los Hermanos Difuntos de la Cofradía en el Santuario.
Nuestra Señora de la Antigua. Devoción y patronazgo en Guadalajara.
Pedro José Pradillo y Esteban.
REAL COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA .
El culto a Nuestra Señora de la Antigua en Guadalajara no podemos concretar la existencia de una cofradía propia hasta después del año 1538, y tan sólo como dependiente de la del Santísimo Sacramento de la parroquia de Santo Tomé. No obstante, los primeros documentos sobre la actividad desempeñada por ambas cofradías se retrotrae hasta el año 1600, momento para el que contamos con el primer Libro de Actas. Por él sabemos que los cultos a la imagen de la Antigua se limitaban a celebrar misa en su altar todos los sábados y a la organización de su fiesta el 6 de diciembre. Solemnidad que , en 1610, se trasladaría al 8 de septiembre después de que el Papa concediera un jubileo perpetuo para el día de la Natividad de la Virgen.
Durante todo el siglo XVII los responsables de la cofradía se ocuparon de atender sus obligaciones espirituales, sobre todo con un afán, el otorgar un mayor protagonismo a su imagen dentro del templo parroquial, reclamando, sin éxito, un lugar destacado en el retablo mayor dedicado a Santo Tomé. ...
Será en el siglo XVIII, después de años de inestabilidad, cuando la cofradía experimente procesos contrarios: primero con su disolución en 1755 y después con su refundación en 1759, momento desde el que iniciará una singladura de especial compromiso, nunca interrumpida hasta este siglo XXI. Hitos claves de las distintas juntas directivas en el fomento del culto y devoción a Nuestra Señora de la Antigua han sido: su proclamación como Patrona de la Ciudad, 812 septiembre de 1883; la concesión, en 1890, del título de Real Cofradía por la Reina Regente María Cristina; la Coronación Canónica por el Cardenal Segura el 28 de septiembre de 1930 …;
Las fuentes documentales conservadas son consecuentes, la de la Antigua era la imagen más recurrente, desfilando por las calles de Guadalajara en más ocasiones que ninguna otra, aunque compartiera cierto protagonismo con otras imágenes de Nuestra Señora, como lo fueron las de la Fuente, de la Misericordia, de las Batallas, o del Amparo (MEJÍA ASENSIO. 1998-1999, págs.88- 90). En este sentido, es significativo que , en 1653, a la hora de formalizar el voto y juramento en defensa de la Inmaculada Concepción se escogiera, entre las demás, a esta venerada Virgen . No obstante y dado el voto centenario que la Ciudad tenía sobre Santa Mónica y San Agustín - sus Patrones de facto-, no será hasta mediados del convulsivo siglo XIX, y después de los primeros brotes del más fiero anticlericalismo, cuando se plantee la necesidad de su declaración como Patrona. Así, tras ser la Virgen de la Antigua el centro de las plegarias y actos litúrgicos organizados en 1846 por la buenaventuranza del enlace matrimonial de la joven reina Isabel II -y lo que suponía de garantía de futuro para aquella monarquía teocrática-, su cofradía estimará oportuno solicitar al Ayuntamiento de Guadalajara la confirmación de su patronazgo (Archivo Municipal de Guadalajara, Libros de Actas, sesión 7 de agosto de 1847). A esta primera tentativa le seguirá otra presentada en septiembre de 1865, con el aval de un nutrido número de firmas de cofrades y devotos de la ciudad y la provincia, suplicando al Ayuntamiento: " ... se digne acceder a nuestra justa y atendible petición, declarando solemnemente Patrona de esta Ciudad, a Nuestra Señora de la Antigua, en prueba de gratitud tan conforme con los sentimientos de piedad y de amor que la Cofradía, los habitantes todos de esta Capital y los muchísimos devotos de los inmediatos pueblos, profesan a esta respetable Imagen, su única esperanza en los peligros, su escudo en las tribulaciones y el apoyo en su porvenir. Así lo esperamos conseguir de VE. cuya vida guarde Dios muchos años." (Guadalajara, 30 de Septiembre de 1865. Archivo Municipal de Guadalajara, legajo IH37-B) D 122 Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. Cuadernos de etnología de Guadalajara. 2001, n.º 32-33. Nuestra Señora de la Antigua Devoción y Patronazgo en Guadalajara O Declaració11 de Patrona. Archivo Municipal de Guadalajara Pero para entonces a la de la Antigua le había salido una seria competidora, la Virgen del Amparo, que desde 1848 contaba con una muy activa cofradía y el apoyo de gran parte del vecindario y algunos miembros de la aristocracia local, como las duquesas de Rivas y Ayerbe, o la condesa de la Vega del Pozo (SIMÓN PARDO. 1995 , págs.97-106 ).
Rivalidad que sobrepasó los límites de la piedad popular para enquistarse en un enfrentamiento abierto y directo entre los vecinos de los barrios del Amparo y de la Antigua. El ulterior estallido revolucionario de 1868, el consecuente estado de inestabilidad política, el marcado carácter laico de la I" República y los rebrotes del anticlericalismo, fueron motivo más que suficientes para ver interrumpido aquel proceso solicitado, más cuando la realidad del momento exigía otros compromisos entre las instituciones civiles y eclesiásticas. No debemos de olvidar que, en 1872, se solicitó y aprobó la reducción del voto que tenía la Ciudad con Santa Mónica y San Agustín, por lo que, en ese momento, sería impensable el establecer un nuevo patronazgo. Después, con la restauración de Alfonso XII en el trono de España en 1875, y tras el éxito de su política de concordia y pacificación del país, se verificará un fenómeno de normalización católica que, consecuentemente, se traducirá en un auge del clericalismo
• Es dentro de este proceso general donde debemos de situar el éxito de la propuesta hecha por don Ezequiel de la Vega, alcalde constitucional de Guadalajara, para declarar, a Nuestra Señora de la Antigua como Patrona Tutelar de la ésta Muy Noble y Muy Leal Ciudad. Este acuerdo plenario, tomado en 12 de septiembre de 1883, necesitaba de la probación canónica, por lo que se inició el correspondiente expediente ante el Arzobispado de Toledo -diócesis a la que pertenecía entonces Guadalajara y gran parte de su provincia-, al que se adjuntaría un informe del Cabildo Eclesiástico de esta capital en el que se reconocía como único voto de Ciudad el establecido con Santa Mónica, el cual no podía ser considerado de rango patronal. De este modo, el Cardenal Juan Ignacio Moreno, con fecha 21 de diciembre de 1883, decretaba:
" ... habidos en cuenta los correspondientes informes y pareceres de mi Vicario general de Alcalá de Henares, del Arcipreste, y Curas Rectores de las Parroquias de la misma ciudad; considerando además que de ello ha de resultar mayor gloria de Dios y esplendor del culto de la bienaventurada Virgen María y satisfacción de las almas, hemos a declarar y declaramos de Patrona Patrona de la muy noble y muy leal ciudad de Guadalajara y tutelar de la misma, a la Santísima Virgen María, cuya imagen conocida con el título de la Antigua, veneran los fieles en la Iglesia Parroquial de Santo Tomé de la referida ciudad, desde siglos y tiempos más remotos." (Madrid, 21 de Diciembre de 1865. Archivo Municipal de Guadalajara, legajo 1 H37-B) C
Como consecuencia de esta confirmación, el 24 de junio de 1884 se firmó un acuerdo entre la Ciudad y el Cabildo Eclesiástico por el que se comprometían ambas instituciones a celebrar anualmente la fiesta de su Patrona el 8 de septiembre y donde se fijaban los actos básicos que deberían conformar el programa festivo. Al año siguiente, el Ayuntamiento acordó nombrar a su Patrona Alcaldesa Honoraria y Perpetua de la Ciudad (SIMÓN PARDO. 1992, pág.77). El 21 de diciembre de 1983, el Ayuntamiento y las autoridades eclesiásticas -ahora del obispado de Sigüenza-, conmemoraron el primer centenario de la declaración del Cardenal Moreno y renovaron , en solemne acto, el patronazgo de la Virgen de la Antigua.
I.- SANTO TOMÉ. DE PARROQUIA A SANTUARIO
Santo Tomé, goza por tradición histórica del privilegio de ser considerada la iglesia más antigua de la ciudad, siendo la única parroquia que mantuvo su culto -junto a su auxiliar de San Miguel- durante la dominación califal. Teoría que debemos de admitir, siempre y cuando entendamos a ese primitivo templo como una edificación más, mínimamente singularizada, dentro de un modesto arrabal de alfareros y extramuros de la medina. Modesto oratorio que, tras la Reconquista, sería reemplazado por un nuevo templo parroquial de mayores proporciones, aunque siempre exiguo, de gusto mudéjar e inspirado en la iglesia conventual de Santa Úrsula de Toledo: " ... aún· más pobre resulta su aspecto exterior; donde las construcciones sucesivas, los ensanches de la sacristía y de algunas capillas, el arco moderno y pintarrajeado que mirando al mediodía da paso al templo y el vil corral a los pies de este, afea una iglesia que guarda el peregrino tesoro de Nuestra Señora de la Antigua. Sólo ofrece algún carácter artístico el tantas veces mencionado ábside, aunque lo corone una menguada espadaña o campanario. Está construido de mampostería, …, con algunas partes e hiladas de ladrilla. Sobre él se abren tres ventanitas, cuyo airoso contorno trazan rojizos ladrillos hacen veces de dovelas. la parte superior de las ventanas forma un arquillo arabesco de siete lóbulos, en que se manifiesta principalmente el estilo mudéjar; de un carácter muy notable. Una de dichas ventanas desapareció, porque en su lugar se abrió otra mayor destinada a iluminar el trasparente de la Virgen. Incrustadas en la proximidad de estos arquillos hay dos o tres piedras con labores, pero no ofrecen grande interés. Esta parte del edificio es la más antigua y la que da carácter al templo." (GARCÍA LÓPEZ. 1884, págs.24-25)
Después, durante los siglos XVI y XVII, esa estructura protagonizará importantes obras de construcción con el aditamento de nuevas capillas que alterarán su disposición primitiva, a excepción de la cabecera y ábside, únicos restos de la traza medieval que han llegado hasta nuestros días. A finales del siglo XVIII, su párroco, Francisco Escobar, la describía en estos términos: "En este templo que consta de tres naves, hay cuatro capillas, en una se adora al Santísimo Cristo de la Agonía; la de más abajo está dedicada al Señor San Blas y es propia del Marqués de Villatoya y la de más bajo es del Duque del Parque y dedicada a la Ascensión del Señor esta es muy magnifica y en ella hay fundada una capilla con carga de dos misas cada semana; en la nave del lado de la epístola ay otra capilla también propia del vizconde de Yrueste y en ella se venera una milagrosísima imagen de Nuestra Señora con el título de la Antigua; ... "
En 1831, monseñor Iguanzo , Arzobispo de Toledo, reestructuró el primitivo sistema parroquial de Guadalajara reduciendo a la mitad e l número de estas instituciones. Desde entonces Santo Tomé fue iglesia auxiliar de otras parroquias, como San Ginés, San Nicolás o Santiago, permaneciendo abierta al culto como Santuario dedicado a Nuestra Señora de la Antigua, dada la gran devoción que hacia aquella imagen se profesaba. Pero no debemos de olvidar que junto a la pérdida de esa distinción, había otra mucho más importante, la ausencia total de recursos económicos propios, indispensables para mantener el templo y sus vetustas fábricas en perfectas condiciones.
No es de extrañar, por tanto, que una vez proclamada la Virgen de la Antigua Patrona de la Ciudad, uno de los principales objetivos fuera el acometer las indispensables obras de reparación y conservación del Santuario que ya acusaba importantes deterioros. De hecho, el 2 de julio de 1884 se constituye la Junta para la conservación. y reconstrucción. del Santuario, de carácter mixto y bajo la presidencia del Alcalde de la Ciudad. Al año siguiente, se presentará el proyecto de restauración redactado por el arquitecto municipal Mariano Medarde, con un presupuesto de 37.748'32 pesetas, de cuyos planos se harán hasta 60 copias fotográficas con el fin último de persuadir y embarcar a toda la población en un proyecto común. Sin embargo, esta Junta se convertirá en un ente sumido en el letargo que sólo dará muestras de eficacia en contadas ocasiones. Una de ellas vendrá propiciada por la llegada a la alcaldía, en 1890, de Don Miguel Mayoral, un viejo republicano que pretendía convertir al Santuario en el principal referente de la Ciudad y su Historia , para lo cual había solicitado el traslado a este templo, desde el monasterio de San Pedro de Cardeña, de los restos mortales de su Conquistador, Alvar Fáñez de Minaya
La drástica oposición de las autoridades burgalesas en esta cuestión no impidió, sin embargo, que su . gestión se saldara con éxito.
No en vano, durante su presidencia se solucionó el problema de la titularidad de las capillas, escollo que impedía la ejecución de cualquier proyecto de remodelación en el Santuario Empresa en la que encontró el apoyo incondicional de Doña Ana de Torres, marquesa de Villamejor y vizcondesa de Irueste, a cuyo mayorazgo estaban adscritas las del Cristo de la Agonía y la de Nuestra Señora de la Antigua. Pero en 1893 el proyecto seguía aún paralizado y los deterioros estructurales amenazaban con el desplome de parte del edificio, de tal manera que, en el mes de agosto, la imagen de Nuestra Señora de la Antigua fue traslada al convento de Santa Clara, después de que se decretarse oficialmente la ruina del Santuario. Durante el ejercicio siguiente, la junta, demostrando una euforia emprendedora sin precedentes, fue capaz de organizar actos de distinta naturaleza para su financiación y dinamizar las aportaciones económicas tanto desde las distintas instituciones, como desde la suscripción popular. Por fin, en ese año de 1894, dieron comienzo las esperadas obras, aunque para entonces, e l proyecto historicista y neomudéjar de Medarde ya había quedado en el olvido. Ahora se barajaron otros de los arquitectos diocesanos Víctor López y Juan García Ramírez, aunque por último prevaleció la opción de Benito Ramón Cura, arquitecto provincial. A él se debe la nueva orientación del Santuario, solución tantas veces criticada, pero la única aceptable ante la imposibilidad de conjugar en la antigua cabecera la construcción del camarín y la persistencia del ábside medieval. Después de mil avatares, las obras se dieron por finalizadas en octubre de 1899 gracias al continuo esfuerzo de Don Miguel Mayoral y la marquesa de Villamejor, quien costeó casi en su totalidad el importe de la reedificación. El 4 de noviembre, la imagen de la Virgen de la Antigua volvería, después de pasar 6 años en Santa Clara, en multitudinaria procesión a su Santuario, celebrándose al día siguiente el solemne acto de consagración del templo que sería, ya para siempre, la perfecta morada de nuestra Patrona.
(Cfr. Tomado del artículo de Pedro José Pradillo y Esteban, en Cuadernos de Etnología de Guadalajara, 2001. N. 32-33